"Sin nada que perder" (Hell or high water, Estados Unidos 2016) Dirección: David Mackenzie. Guión: Taylor Sheridan. Protagonistas: Chris Pine, Ben Foster, Jeff Bridges y Gil Birmingham. Duración: 102 minutos.
"Sin nada que perder" es un western moderno, nominado a cuatro premios Oscar, Mejor Película, Mejor Guion Original, Mejor Actor de reparto y protagonizado por Chris Pine, Ben Foster, Jeff Bridges y Gil Birmingham. Quien dirige es el escocés David Mackenzie, y el guión está escrito por Taylor Sheridan, que había escrito "Sicario" (Dennis Villeneuve 2015).
La película cuenta la historia de los hermanos Toby (Pine) y Tanner Howard (Foster) llevan a cabo una serie de asaltos a diferentes bancos en los pueblos rurales del estado de Texas, con el objetivo de juntar la plata necesaria para salvar la granja de su familia. Y son perseguidos por Marcus Hamilton (Bridges), un ranger a punto de retirarse, y Alberto Parker (Birmingham) su compañero de origen mestizo, a quien Hamilton le demuestra su afecto mediante burlas y comentarios xenófobos. Y si bien no se puede esperar otra cosa de Jeff Bridges a esta altura de su carrera, llama la atención el buen trabajo de Chris Pine, con su personaje frío e introvertido, en contraposición a su hermano extrovertido y violento.
Vale la pena destacar también la fotografía, a cargo de Gill Nuttgens, que muestra con sus planos generales que en lugar de épica del western clásicos de John Ford, nos muestran el desierto de Texas, no como un territorio a conquistar, sino como un lugar desolado en la que están inmersos estos personajes que toman decisiones moralmente cuestionables para sobrevivir. Este estilo de policial negro con estética de western es similar al utilizado en "Sin lugar para los débiles" (No country for old men, Joel y Ethan Coen, 2007) un subgénero que todavía no tan explotado en el cine y al que le quedan muchas historias interesantes por contar.
En conclusión, "Sin nada que perder" fue una de las sorpresas más agradables que se dieron a conocer en el Festival de Cannes de 2016 en la sección Une Certain Regarde. Una película de bajo presupuesto muy bien contada que logra atrapar al espectador hasta el final, ya que la tensión no decae en ningún momento y es rematada con escenas de violencia sumamente efectivas.
"Sin nada que perder" es un western moderno, nominado a cuatro premios Oscar, Mejor Película, Mejor Guion Original, Mejor Actor de reparto y protagonizado por Chris Pine, Ben Foster, Jeff Bridges y Gil Birmingham. Quien dirige es el escocés David Mackenzie, y el guión está escrito por Taylor Sheridan, que había escrito "Sicario" (Dennis Villeneuve 2015).
La película cuenta la historia de los hermanos Toby (Pine) y Tanner Howard (Foster) llevan a cabo una serie de asaltos a diferentes bancos en los pueblos rurales del estado de Texas, con el objetivo de juntar la plata necesaria para salvar la granja de su familia. Y son perseguidos por Marcus Hamilton (Bridges), un ranger a punto de retirarse, y Alberto Parker (Birmingham) su compañero de origen mestizo, a quien Hamilton le demuestra su afecto mediante burlas y comentarios xenófobos. Y si bien no se puede esperar otra cosa de Jeff Bridges a esta altura de su carrera, llama la atención el buen trabajo de Chris Pine, con su personaje frío e introvertido, en contraposición a su hermano extrovertido y violento.
Vale la pena destacar también la fotografía, a cargo de Gill Nuttgens, que muestra con sus planos generales que en lugar de épica del western clásicos de John Ford, nos muestran el desierto de Texas, no como un territorio a conquistar, sino como un lugar desolado en la que están inmersos estos personajes que toman decisiones moralmente cuestionables para sobrevivir. Este estilo de policial negro con estética de western es similar al utilizado en "Sin lugar para los débiles" (No country for old men, Joel y Ethan Coen, 2007) un subgénero que todavía no tan explotado en el cine y al que le quedan muchas historias interesantes por contar.
En conclusión, "Sin nada que perder" fue una de las sorpresas más agradables que se dieron a conocer en el Festival de Cannes de 2016 en la sección Une Certain Regarde. Una película de bajo presupuesto muy bien contada que logra atrapar al espectador hasta el final, ya que la tensión no decae en ningún momento y es rematada con escenas de violencia sumamente efectivas.
PATRICIO FERRO
Comentarios
Publicar un comentario