Star Wars: Episodio VIII - Los últimos
jedi (Star Wars:
Episode VIII: The last Jedi, Estados Unidos, 2017). Dirección:
Rian Johnson. Guión: Rian Johnson (basada en los personajes creados por George
Lucas). Protagonistas: Mark Hamill, Carrie Fisher, Daisy Riley, John
Boyega, Oscar Isaac, Adam Dryver, Domhall Gleeson, Laura Dern, Benicio del Toro
y Andy Serkis. Duración: 152 minutos.
Star Wars: Episodio VIII - Los últimos jedi es el octavo episodio de aquella
saga de películas de ciencia ficción que comenzó George Lucas cuando dirigió Star Wars, hoy conocida como “Star Wars:
Episodio IV- Una nueva esperanza”, en 1977. Quien dirige en este caso es Rian
Johnson, que al igual que Irvin Kershner y Richard Marquand, directores respectivamente
de los episodios V (Star Wars:
Episode V: Empire strikes back 1980) y VI (Star Wars Episode VI: The return of the Jedi, 1983)
de la saga, se limita a cumplir eficientemente su rol dentro de esta exitosa
franquicia.
El elenco de este episodio vuelve a estar conformado por Daisy
Riley como Rey, John Boyega como Finn, Oscar Isaac como el piloto de la
resistencia Poe Dameron, Carrie Fisher como Leia Organa y Adam Dryver como el
villano Kylo Ren. A ellos se le suma Mark Hamill (con una mayor participación
que en el episodio anterior), Domhall Gleeson como el General Hux, Benicio del
Toro como DJ, Laura Dern como la vice almirante Holdo y Andy Serkis como Snoke.
Este nuevo episodio arranca despegando diferentes líneas
argumentales con estos personajes presentados en la película anterior Star
Wars: Episodio VII- El despertar de la fuerza (Star Wars: Episode VII, the
force awakens, J.J. Abrams 2015),
con Rey presentándose ante Luke Skywalker como su discípula, mientras la
Generala Leia y los rebeldes son rodeados por una flota del Primer Orden. Las
consecuencias de los acontecimientos en estas dos tramas principales harán que
se ramifiquen en otras subtramas, y todas ellas se volverán a unir en un clímax
tan espectacular como es el combate espacial del principio.
Desde el punto de vista técnico, vale la pena destacar el gran
trabajo realizado por Steve Jedlin en fotografía, Richard Roberts a cargo de la
dirección de arte y Michael Kaplan en vestuario, quienes junto al equipo de
efectos visuales supieron estar a la altura de lo que pide la franquicia,
recreando esta "galaxia lejana" de una forma espectacular. Y John
Williams vuelve a estar a cargo de la música, e intercala en momentos clave
los leit motives compuestos para los personajes generando así
emociones genuinas en los espectadores.
Pero lo que realmente hace triunfar esta franquicia, y la
diferencia con otras similares, es el tratamiento que se le da a cada uno de
los personajes protagónicos, porque desde la primera película se ve que son
personas que deben salir de su zona de confort, que tienen que tomar decisiones
éticas y sacrificarse si es necesario por un bien mayor. Y no solo los héroes
se enfrentan a estos dilemas, sino que los villanos también; por eso es que
existe la posibilidad del arrepentimiento y el perdón para ellos. Y paradójicamente,
los gags y personajes secundarios que funcionan como comic relief, sirven para relajar al espectador y hacer que el
exceso de solemnidad de los temas tratados no genere un efecto cómico
involuntario, lo cual es muy fácil que ocurra en el
universo diegético donde transcurren los hechos.
En conclusión, Star Wars
es una película que triunfa gracias al gran espectáculo visual y sonoro que
ofrece al servicio de una entretenida historia de aventuras. Y la empatía que
podemos sentir los espectadores por sus personajes heroicos y sus villanos que
pueden ser redimidos hacen que se diferencie del resto de las obras de este
género que se producen actualmente, y resulte así el fenómeno cultural que es
en la actualidad.
PATRICIO FERRO
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