"Silencio" (Silence, Estados Unidos, Mexico, Taiwan, 2017). Dirección: Martin Scorsesse. Guion: Martin Scorsesse y Jay Cocks, basado en la novela homónima de Shûsaku Endô. Protagonistas: Andrew Garfield, Adam Driver, Yozuke Kobuzca, Issei Ogatta y Liam Neeson. Apta para mayores de 16 años.
"Silencio" es el título de la última película del gran Martin Scorsesse, basada en la novela homónima de Shûsaku Endô Protagonizada por la estrella en ascenso Andrew Garfield, Adam Driver, Yozuke Kobuzca, Issei Ogatta y Liam Neeson. Injustamente fue nominada al Oscar únicamente por su fotografía, a cargo del mexicano Rodrigo Prieto.
El protagonista de esta historia es el padre Rodrigues, sacerdote misionero jesuita, quien junto al padre Garupe, deciden ir a Japón en el siglo XVII en la búsqueda de su mentor, quien aparentamente apostató renunciando a la fe católica para vivir de acuerdo con la doctrina budista. Una vez allí se encontrarán con una persecución salvaje a los cristianos, por parte de la inquisición que gobierna ese país.
Lo primero que llama la atención es la austeridad de la puesta en escena, no es el Martin Scorsesse de los grandes planos secuencia y el montaje de vertiginoso al que nos tiene acostumbrados en películas como "Casino" (1995) ó "Buenos Muchachos" (Goodfellas, 1990) y tan bien sabe filmar. Sino que recurre casi en su totalidad a tomas fijas, montadas por corte directo, pero que encuentran una enorme belleza en la sobriedad de la fotografía de Rodrigo Prieto. A esto hay que sumarle la muy bien lograda ambientación histórica a cargo de Dante Ferreti, quien recrea este Japón del siglo XVI, inspirado en el cine de samuraís de los maestros del cine japonés Kenji Mizoguchi y Akira Kurosawa.
Martin Scorsesse vuelve a utilizar el recurso narrativo de la voz en off para que escuchemos tanto las reflexiones del padre Rodrigues como la lectura de cartas por las cuales, nosotros espectadores que compartimos ese punto de vista de occidente, nos ponemos al tanto de lo que ocurre en Japón. A esto hay que sumarle la ausencia de música extradiegética, que ayuda a que podamos experimentar ese silencio que genera esta crisis de fe en su protagonista.
En conclusión, con "Silencio" Scorsesse vuelve a filmar una de sus películas mas personales, en los que expone su atormentada relación con la fe que profesa la religión católica haciendo referencia al sentimiento de desolación que San Juan de la Cruz define como "Noche oscura del alma" que experimenta el padre Rodriguez en este país que le es hostil. Por eso es una película que ofrece mas preguntas que respuestas, porque no habla sobre santos, habla de pecadores.
"Silencio" es el título de la última película del gran Martin Scorsesse, basada en la novela homónima de Shûsaku Endô Protagonizada por la estrella en ascenso Andrew Garfield, Adam Driver, Yozuke Kobuzca, Issei Ogatta y Liam Neeson. Injustamente fue nominada al Oscar únicamente por su fotografía, a cargo del mexicano Rodrigo Prieto.
El protagonista de esta historia es el padre Rodrigues, sacerdote misionero jesuita, quien junto al padre Garupe, deciden ir a Japón en el siglo XVII en la búsqueda de su mentor, quien aparentamente apostató renunciando a la fe católica para vivir de acuerdo con la doctrina budista. Una vez allí se encontrarán con una persecución salvaje a los cristianos, por parte de la inquisición que gobierna ese país.
Lo primero que llama la atención es la austeridad de la puesta en escena, no es el Martin Scorsesse de los grandes planos secuencia y el montaje de vertiginoso al que nos tiene acostumbrados en películas como "Casino" (1995) ó "Buenos Muchachos" (Goodfellas, 1990) y tan bien sabe filmar. Sino que recurre casi en su totalidad a tomas fijas, montadas por corte directo, pero que encuentran una enorme belleza en la sobriedad de la fotografía de Rodrigo Prieto. A esto hay que sumarle la muy bien lograda ambientación histórica a cargo de Dante Ferreti, quien recrea este Japón del siglo XVI, inspirado en el cine de samuraís de los maestros del cine japonés Kenji Mizoguchi y Akira Kurosawa.
Martin Scorsesse vuelve a utilizar el recurso narrativo de la voz en off para que escuchemos tanto las reflexiones del padre Rodrigues como la lectura de cartas por las cuales, nosotros espectadores que compartimos ese punto de vista de occidente, nos ponemos al tanto de lo que ocurre en Japón. A esto hay que sumarle la ausencia de música extradiegética, que ayuda a que podamos experimentar ese silencio que genera esta crisis de fe en su protagonista.
En conclusión, con "Silencio" Scorsesse vuelve a filmar una de sus películas mas personales, en los que expone su atormentada relación con la fe que profesa la religión católica haciendo referencia al sentimiento de desolación que San Juan de la Cruz define como "Noche oscura del alma" que experimenta el padre Rodriguez en este país que le es hostil. Por eso es una película que ofrece mas preguntas que respuestas, porque no habla sobre santos, habla de pecadores.
PATRICIO FERRO
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