“La estafa de los Logan” es el título de la
nueva película del director ganador de un Oscar como mejor
Channing Tatum encabeza este elenco como un
obrero injustamente despedido de una empresa constructora que toma la decisión
para poder seguir viendo a su hija, y lo acompañan Adam Driver como su hermano
y Daniel Craig, como un presidiario experto en explosivos. Estos personajes
terminan resultando queribles por los rasgos de humanidad que les imprimen a
estos criminales. Y completan el elenco
Seth Mcfarland (en un papel donde no luce sus dotes para la comedia), Katie
Holmes, Riley Keough, Kathernie Matterson y Hillary Swank.
Steven Soderbergh toma una decisión
acertada al contar la historia como una comedia del estilo de “Los desconocidos
de siempre” (I solity ignoti, Mario
Monicelli 1958), porque en ambos casos los defectos de los personajes se ponen
por sobre sus virtudes, y las situaciones humorísticas generadas por su
comportamiento torpe aumentan el suspenso.
Otro aspecto a destacar es la estructura
lineal de la trama, recurriendo al flashback
en un único momento necesario, por lo que el espectador puede seguir sin ningún
inconveniente el transcurso de los acontecimientos, que incluyen una gran
cantidad de personajes y situaciones paralelas. Porque la utilización de
efectos de montaje, como la pantalla dividida u otros recursos propios del videoclip,
hubiesen confundido al espectador y
restado el suspenso necesario para que esta película funcione.
En conclusión, “La estafa de los Logan”, al
igual que “Sin nada que perder” (Hell or
high watter, David Mckenzie
2016),nos cuenta la historia de un grupo de personas comunes que deciden hacer
justicia por mano propia para vengarse de las políticas económicas injustas que
los oprimen. Y resulta efectiva porque su director confía en la historia y la cuenta de una manera clásica, que hace
que el espectador quede enganchado con la trama y quiera saber si los
protagonistas van a poder o no cumplir su objetivo.
PATRICIO FERRO
Muy buena reseña. Gracias.
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