"Ready Player one: comienza el juego" (Ready Player one, Estados Unidos 2018). Dirección: Steven Spielberg. Guion: Zack Penn y Ersnt Cline, basado en su novela homónima. Protagonistas: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelshon, Lena Whaite, T. J. Miller, Simon Pegg y Mark Rylance. Duración: 140 minutos.
"Ready Player one: comienza el juego" es el título de la nueva película de Steven Spielberg, basada en la novela de ciencia ficción homónima escrita por Ernest Cline, quien también escribió el guion junto a Zack Penn. El protagonista en este caso es la estrella en ascenso Tye Sheridan, de un notable parecido físico con el director, y lo acompañan Olivia Cooke, Ben Mendelshon, Lena Whaite, T. J. Miller, Simon Pegg y Mark Rylance ganador del Oscar como Mejor actor de reparto por "Puente de espías" (Bridge of Spies, Steven Spielberg 2015).
La historia transcurre durante el año 2045 en la ciudad de Ohio, donde la gente pasa su tiempo en un universo expandido de realidad virtual, creado por un genio llamado James Hallyday, quien al morir decide convertir en heredero de su fortuna a quien encuentre un huevo de pascua digital que él escondió, para lo cual es necesario juntar tres llaves escondidas. Pero cuando Wade Wilson, un joven huérfano que utiliza un avatar llamado Parzival, encuentre la primera llave, será perseguido por una empresa llamada IOI, que también busca dominar este imperio digital, utilizando métodos poco éticos.
Wade Wilson es un típico personaje Spielbergiano, en el sentido de que, al igual que en muchas de sus películas, es un individuo que genera una crisis profunda en la estructura de poder establecida de la que forma parte. Y se encuentra dentro del grupo de los héroes, como Oskar Schindler, en "La lista de Schindler" (Schindler's list, Steven Spielberg 1993), Abraham Lincoln, en "Lincoln" (Steven Spielberg, 2012) ó John Anderton, en "Minority report: sentencia previa" (Minority report, Steven Spielberg, 2002), porque ayudan a crear una sociedad más justa, al contrario del personaje de Nerdy, en "Jurassic Park" (Steven Spielberg, 1993), que al cometer un crimen provoca el caos.
La película alterna constantemente entre el mundo real, fotografiado magistralmente por Janusz Kaminsky en tonos fríos que transmiten el ambiente deshumanizado en el que transcurren los hechos y el Oasis, construido mediante técnicas de animación. El gran acierto de esta animación es que no pretende ser realista, sino que imita la estética de los videojuegos diseñados en forma tridimensional, que sin dejar de lado el gran espectáculo, diferencian claramente en que realidad están transcurriendo los hechos.
Un párrafo aparte merece la enorme cantidad de homenajes y referencias a la cultura pop, de la que Spielberg es un referente fundamental, en sus roles de director y productor. Esto es el conjunto de películas, música, videoclips y videojuegos que consumió la generación que fueron niños y adolescentes durante las décadas del 70, 80 y 90. Porque Ernst Cline toma desde la novela original la inteligente decisión de incluirlos en la trama de forma orgánica en la trama, que apelan a la nostalgia del espectador. Es así como Parzival corre carreras en el Delorean de "Volver al futuro" (Back to the future, Robert Zemeckis, 1985) ó hay una larga secuencia que transcurre dentro del hotel Overlook, tal como fue diseñado para la película "El resplandor" (The shining, Stanley Kubrick 1980) por citar solo dos ejemplos. Y esto no ocurre también extradiegéticamente, porque Alan Silvestry, compositor de la música, utiliza acordes de diferentes bandas sonoras en algunos momentos, y al comienzo suena la canción "Jump", interpretada por Van Halen, cuya letra resume las ideas que busca transmitir la película.
En conclusión, Steven Spielberg vuelve a regalarnos otra obra maestra de ciencia ficción, sumamente entretenida y con escenas de gran espectáculo, para hacernos reflexionar sobre el uso que le damos a la tecnología en la actualidad, en la que cada vez son mas comunes las relaciones virtuales.
"Ready Player one: comienza el juego" es el título de la nueva película de Steven Spielberg, basada en la novela de ciencia ficción homónima escrita por Ernest Cline, quien también escribió el guion junto a Zack Penn. El protagonista en este caso es la estrella en ascenso Tye Sheridan, de un notable parecido físico con el director, y lo acompañan Olivia Cooke, Ben Mendelshon, Lena Whaite, T. J. Miller, Simon Pegg y Mark Rylance ganador del Oscar como Mejor actor de reparto por "Puente de espías" (Bridge of Spies, Steven Spielberg 2015).
La historia transcurre durante el año 2045 en la ciudad de Ohio, donde la gente pasa su tiempo en un universo expandido de realidad virtual, creado por un genio llamado James Hallyday, quien al morir decide convertir en heredero de su fortuna a quien encuentre un huevo de pascua digital que él escondió, para lo cual es necesario juntar tres llaves escondidas. Pero cuando Wade Wilson, un joven huérfano que utiliza un avatar llamado Parzival, encuentre la primera llave, será perseguido por una empresa llamada IOI, que también busca dominar este imperio digital, utilizando métodos poco éticos.
Wade Wilson es un típico personaje Spielbergiano, en el sentido de que, al igual que en muchas de sus películas, es un individuo que genera una crisis profunda en la estructura de poder establecida de la que forma parte. Y se encuentra dentro del grupo de los héroes, como Oskar Schindler, en "La lista de Schindler" (Schindler's list, Steven Spielberg 1993), Abraham Lincoln, en "Lincoln" (Steven Spielberg, 2012) ó John Anderton, en "Minority report: sentencia previa" (Minority report, Steven Spielberg, 2002), porque ayudan a crear una sociedad más justa, al contrario del personaje de Nerdy, en "Jurassic Park" (Steven Spielberg, 1993), que al cometer un crimen provoca el caos.
La película alterna constantemente entre el mundo real, fotografiado magistralmente por Janusz Kaminsky en tonos fríos que transmiten el ambiente deshumanizado en el que transcurren los hechos y el Oasis, construido mediante técnicas de animación. El gran acierto de esta animación es que no pretende ser realista, sino que imita la estética de los videojuegos diseñados en forma tridimensional, que sin dejar de lado el gran espectáculo, diferencian claramente en que realidad están transcurriendo los hechos.
Un párrafo aparte merece la enorme cantidad de homenajes y referencias a la cultura pop, de la que Spielberg es un referente fundamental, en sus roles de director y productor. Esto es el conjunto de películas, música, videoclips y videojuegos que consumió la generación que fueron niños y adolescentes durante las décadas del 70, 80 y 90. Porque Ernst Cline toma desde la novela original la inteligente decisión de incluirlos en la trama de forma orgánica en la trama, que apelan a la nostalgia del espectador. Es así como Parzival corre carreras en el Delorean de "Volver al futuro" (Back to the future, Robert Zemeckis, 1985) ó hay una larga secuencia que transcurre dentro del hotel Overlook, tal como fue diseñado para la película "El resplandor" (The shining, Stanley Kubrick 1980) por citar solo dos ejemplos. Y esto no ocurre también extradiegéticamente, porque Alan Silvestry, compositor de la música, utiliza acordes de diferentes bandas sonoras en algunos momentos, y al comienzo suena la canción "Jump", interpretada por Van Halen, cuya letra resume las ideas que busca transmitir la película.
En conclusión, Steven Spielberg vuelve a regalarnos otra obra maestra de ciencia ficción, sumamente entretenida y con escenas de gran espectáculo, para hacernos reflexionar sobre el uso que le damos a la tecnología en la actualidad, en la que cada vez son mas comunes las relaciones virtuales.
PATRICIO FERRO
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