"El Depredador" (Predators,
Estados Unidos, Canadá 2018). Dirección: Shane Black. Guion: Shane Black y Fred
Dekker, basados en los personajes creados por Jim y John Thomas. Protagonistas: Boyd
Holdbrook, Olivia Munn, Thomas Jane, Sterling K. Brown, Augusto Aguilera,
Keegan-Michael Key y Jacob Tremblay. Duración: 107 minutos.
"El Depredador" es la nueva entrega de esta saga de
películas de ciencia ficción dirigida por Shane Black, quien tuvo un papel en
la primera película "Depredador" (Predator, John McTiernan 1987). Su elenco, sin grandes figuras está
conformado por la estrella en ascenso Boyd Holdbrook, Olivia Munn, Thomas Jane,
Sterling K. Brown, Augusto Aguilera, Keegan-Michael Key y el niño Jacob Tremblay.
La trama cuenta como Quin McKenna (Holdbrook), un francotirador
del ejército de los Estados Unidos, se une a un grupo de veteranos con
trastornos mentales con características similares a los protagonistas de la
película "Los 12 del
patíbulo" (The dirty dozen, Robert Aldrich
1967) y a una bióloga para combatir a dos Depredadores. Porque
accidentalmente puso en riesgo la vida de su familia, convirtiéndolos en presa
de estas criaturas, que los buscan para asesinarlos.
El punto más flojo de la película son las actuaciones: cada
personaje cumple un papel puramente funcional a la trama, lo que hace que no
sintamos demasiada empatía por ninguno, y que no nos preocupemos de si
sobreviven o no al ataque de estos monstruos. Boy Holdbrook interpreta al típico
héroe de acción de las películas de los 80, aunque carece del carisma que tenían
estos, y Olivia Munn es la científica que nos explica los mcguffin que dan sentido la trama, aunque la
química entre ellos es nula. Esto se debe a la decisión de privilegiar las
escenas de acción en primer lugar y no dejar lugar a escenas donde se
profundicen las relaciones entre los diferentes personajes. La única excepción
es el pequeño Jacob Tremblay, que interpreta a un niño superdotado que pasa de
ser víctima del bulling a alguien clave para combatir esta
amenaza intergaláctica.
Algo que vale la pena destacar es la violencia explícita, y la
decisión de utilizar una estética gore para las escenas de acción; esto
significa mostrar en exceso sangre y mutilaciones. A esto hay que sumarle una
buena cantidad de gags, a cargo de estos veteranos con problemas mentales, que
le quitan la solemnidad necesaria para que una trama tan delirante, que incluye
perros extraterrestres, resulte verosímil, lección aprendida de Peter Jackson y
Sam Raimi, dos grandes maestros del género.
En conclusión, "Depredadores" continúa con el estilo de
acción y ciencia ficción de sus predecesoras, y hasta en algunos momentos
comparte la música de la película original, compuesta por Alan Silvestri. Pero
tiene el mismo problema que tienen todas las películas de monstruos, y es que
al haberse quedado sin el factor sorpresa es muy difícil contar otra historia
que resulte atractiva. Y si bien se apunta a un público renovado, y a la
nostalgia de aquellos que vieron las dos primeras en VHS, no termina de
funcionar, porque se limita únicamente a acumular gags y escenas de acción.
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