"Nadando por un sueño" (Le grand Bain, Bélgica, Francia, 2018).
Director: Gilles Lellouche. Guion: Gilles Lellouche, Ahmed Haimidi y Julien
Lambroschini. Protagonistas: Mathieu Almaric, Guillaume Canet, Benoît Poelvoorde,
Philipe Katherine, Jean Hugues Anglade, Virgine Efira y Leïla Bekhti.
Duración: 122 minutos.
"Nadando por un sueño" es una
comedia francesa dirigida por el actor Gilles Lellouche, estrenada fuera de
competencia en el prestigioso Festival de Cannes. Su protagonista es Mathieu
Almaric, un hombre que encuentra en la natación sincronizada masculina una
terapia para sobrellevar su depresión. Y lo acompañan Guillaume Canet, Benoît Poelvoorde, Philipe Katherine, Jean Hugues Anglade, Virgine Efira
y Leïla Bekhti entre otros.
La historia, escrita por Gilles Lellouche junto con Ahmed Haimidi y Julien
Lambroschini, se centra en un grupo de franceses de mediana edad que se reúnen en una pileta municipal a practicar nado sincronizado. Pero lo que
comienza como un hobby se convierte en un desafío cuando deciden participar de
una competencia mundial de dicha disciplina, lo que dará lugar a una serie
de situaciones absurdas, bien aprovechadas para lograr así una comedia que
funciona eficazmente.
El primer logro de esta película es que no baja línea justificando por qué este grupo de personajes toma esta decisión en apariencia absurda, ni recurre a los golpes bajos, sino que muestra que encontraron en esta práctica una forma de entretenerse y socializar. Y mientras tanto vamos conociendo sus vidas privadas, en las que todos atraviesan distintas crisis, laborales o familiares, pero cuyo tono irónico hace que el espectador empatice mejor con ellos. Porque lo interesante acá es ver como se recuperan descubriendo algo que los apasiona y no verlos sufrir o lo que es peor reírse de sus miserias sin mostrar algún tipo de solución.
Pero "Nadando por un sueño" es antes que nada una película deportiva, y conserva tanto la estructura como los lugares comunes del género, y es ahí donde se destaca el muy buen trabajo de edición a cargo de Simon Jaquet. Especialmente en las secuencias de montaje paralelo del entrenamiento, con los diferentes personajes practicando sus rutinas en sus ambientes laborales. Y por supuesto en la escena final donde vemos a este grupo llevar a cabo su performance dentro de la competencia, generando tensión en los espectadores al compararlos con el físico atlético del resto de los países y teniendo presente imágenes de archivo de "Escuela de sirenas" (Bathing Beauty, George Sidney 1944), referencia obligada que se nombra varias veces.
En conclusión, "Nadando por un sueño" es
una comedia que habla sobre recuperar la pasión perdida por un grupo de
personajes en crisis, un tema que el cine francés supo tratar muy bien tambien
en la película "El concierto" (Le concert, Radu Mihaileanu 2009). Y el secreto para que haya
funcionado es que encontró el tono justo, tanto para no humillar a estos
personajes ni compadecerse de ellos de una forma excesivamente trágica, mostrándolos
en esta disciplina absurda.
PATRICIO FERRO
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